En un lugar misterioso

Sin llaves. Sin identificación, ni dni. Sin ropa y mucho me temo, sin cuerpo. El fantasma de la llave ha llegado. Necesita un lugar para ser. Un nombre por el que llamarlo. Bien, esta será su identificación. El fantasma de la llave vaga por la torre oscura. La torre oscura en mitad del bosque oscuro, bajo la luna oscura, nublada por nubes oscuras. Los grillos callan. Las arañas cesan su tejer, el fantasma de la llave ha perdido la llave. A su alrededor puede ver, percibir, las venillas, capilares, que alimentan el mundo. Percibe un montón, el fantasma. Conoce a todos los viajeros de la metaverruga. Necesita ser invocado. Cualquiera puede invocarlo y pedir su ayuda o cabrearlo y atenerse a las consecuencias, si las hubiere. Lo que cualquiera no sabe es que el fantasma de la llave ha perdido la llave. ¡Será posible!

¿Cómo entrará ahora el fantasma a las habitaciones bien guardadas, a las superhabitaciones con cerradura atómica, a los cuartos de invitados de la torre a las lóbregas mazmorras del subsuelo? El fantasma de la llave era el único que podía introducir su llave en la terriblemente importante cerradura de la cámara secreta que se halla en un lugar que solo él mismo conoce y que aparece solo en un momento que solo él mismo conoce...

Y ha perdido la llave.
Mil rayos
El muy patán ha perdido la llave

¡Esa llave abre también caminos, esa llave es la esperanza de todos los desgraciados que pululan la metaverruga!
Pero tranquilos, entes lectores... sin duda la llave puede ser recuperada.