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viernes, 22 de mayo de 2009

Conversacion en la escalera

-Me da vueltas la cabeza, ¡ayudadme a subir las escaleras!
-Nosotros no te podemos ayudar, estas escaleras son personales e intransferibles
-Son unas escaleras complicadas, pero deberías ser capaz de resolverlas
-Quizá si dejaras de fumarte las cucharas y las espadas, tendrías más capacidad escaleril
-Uy qué mareo
-Uy qué mareo, uy qué mareo, pues vamos arriba que hay vientecillo
-No puedo moverme
-¿La espada no te indica el camino?
-¿Qué espada?
-La que te estás fumando
-Ahm, la porro-espada, no, a mi esta espada me da mareos, no me indica nada

Y en eso se abre un puerta de la cuarta planta, la número D, y sale un abuelo vestido con un traje de neopreno, de buceo. Porta una nariz grande, con grandes poros que dejan ver espinillas ocultas. En un santiamén tiene a Oloa agarrada con una presa de jiu-jitsu y la mete en su casa, cerrando la puerta tras de sí. Oloa grita y se escuchan patadas en la puerta, bom bom bom.

-¡Ostias!
-¡Joder!
-¿Quién era ese?
-No sé
-¡Un secuestrador en serie!
-Espero que no sea el Abuelo Cumbia
-¿Eh?
-Se trata de un viejo con poderes hermenáuticos, que odia la música distorsionada
-Ah
-A pesar de todo, tenemos que intentar subir al terrado, seguramente Oloa pueda escabullirse
-Bien
-Creo que lo mejor para que subas es que me des un beso
-¿Cómo?
-Sí, tengo la lengua llena de saliva mágica, buena para ascender unos pisos
-No, no, por ahí no paso, que tu tienes picha
-Venga hombre, qué más da
-Que no
-Otra solución es que te comas esta costra que tengo en el codo
-¿Eh?
-Sí, toma, abre la boquita
-Bueks, aghs, no
-¡Calla y mastica!
*ñam, ñam, slurp*
-Jejeje, en realidad me encanta comerme las costras, especialmente las del codo, por eso voy mucho en monopatín, aunque mi equilibrio es deficiente.
-Qué bien, bueno ahora vamos a subir
-Sí, escaleras a mí, ¡observa cómo subo!
-Es impresionante, ¡sigue por ese camino!
-Creo que si me tomara una legaña subiría más distraído aún
-En este momento no tengo legañas, pero puedo obsequiarte algún moco
-¿Sin pelos?
-Sí. Veo que eres un connoisseur, mira tengo un moco sequito, muy parecido a una costra, ¿quieres?
-Guárdalo por si desfallezco, ¡ahora subamos!

1 comentario:

  1. gaur..!! dios, tú qué eres, el hijo bastardo de Ionesco o alguno destos?...

    cuantos porrilines te habías fumao?

    ains...no sé decantarme por un juicio about such a dialogue...

    A partir de ahora en vez de OSTRAS! diré COSTRAS!

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