Instrucciones de uso: Pincha en alguno de los personajes de arriba para ir al comienzo de su historia. Pincha las palabras de enlace verdes, en cada texto, para seguir leyendo. Si no hay una palabra de enlace, la historia esta parada ahi. También puedes usar las etiquetas, para encontrar personajes secundarios. Más, aqui.

domingo, 15 de febrero de 2009

Calor estival

Efectivamente era una de las noches más calurosas del verano, de esas en que tu cuerpo empieza a alterarse sin motivo aparente y notas como el sudor te recorre por todas partes y sin explicación alguna tu vagina empieza a dilatarse. Me da igual, estoy harta de ser así, me doy la vuelta, vuelvo a su casa y me lo tiro.
La verdad es que no se si me gusta mucho, pero a falta de pan....

Ya he llegado a su inmueble, ¿subo?, venga Oloa, sí, sube, haz algo en tu puta vida sin pensarlo dos veces. Subo las escaleras y noto como mi coño empieza a abrirse y cerrarse al compás de los latidos de mi cuerpo, aumento la velocidad y voy saltando los peldaños de dos en dos. Tengo las bragas mojadas, el clítoris hinchado y los pezones para rayar cristales. Recuerdo que la última vez que estuve así iba de coca y me lo acabé montando con dos senegaleses vendedores de cds.

He llegado a su puerta, no puedo más, si me toca me corro. Llamo dos veces, no abre, venga joder. Al fin! Lo miro libidinosa, con los colores subidos y la respiración agitada. Parece relajado, le miro el paquete y joder! lleva la morcilla fofa al aire y semen en la barriga. Espero que sea de esos que se recuperan rápido, no, no lo creo, pero yo estoy muy cachonda. Le empujo, se cae al suelo y me tiro encima de él. Le pongo mi coño en toda su cara, por lo menos que me lo coma. Noto su barba de dos días rozando mi clítoris, me gusta.